martes, 20 de diciembre de 2011

PREPAREMOS NUESTROS CORAZONES

Estamos en la cuenta atrás del GRAN DÍA, del nacimiento de nuestro Señor, que para hacerse cercano a todos y cada uno de nosotros se hizo niño, se hizo uno más y además eligió venir al mundo indefenso, cercano y necesitado de los hombres. 
Así Cristo nos da un ejemplo de HUMILDAD, de confianza en cada uno de nosotros, pues se puso a nuestra disposición, quiso venir como un recién nacido que viene sin nada al mundo y lo necesita todo de los demás. 



Él, siendo verdaderamente Dios eligió hacerse verdaderamente hombre  y necesitar y depender de nosotros. 
¡Es tan bello y precioso el misterio del AMOR de Dios! 

¿Quién puede temer acercarse a un niño recién nacido? 
¿Quién puede temer a un Dios que nos quiere tanto que se hizo uno más entre nosotros para vivir y pasar por todo lo que nosotros pasamos a lo largo de la vida para que así cobre sentido? 
¿Quién puede cerrar su corazón al que dio su vida por Él? 

¡Sin lugar a dudas NADIE! Solo necesitamos pararnos a pensar y reflexionar un poco en la historia de nuestra salvación, y si lo hacemos no podremos más que agradecer a Dios SU INMENSO AMOR Y SU CONFIANZA EN NOSOTROS, SU DONACIÓN SIN LÍMITES a pesar de que Él conoce nuestras flaquezas y debilidades, a pesar de que sabe que muchas veces Le damos la espalda y Le dejamos solo.... No podemos más que agradecer que nos enviara a Su Hijo y el hacerlo de una manera tan bella y cercana a nosotros... ¡GRACIAS PADRE!

Pero como hemos dicho para eso es preciso y necesario detenernos un poco en medio de esta ajetreada vida en la que estamos inmersos y en la que el activismo nos lleva a no tener tiempos de descanso, de reflexión, de escucha de lo que Dios tiene que decirnos a cada uno para que así siguiendo Sus palabras y cumpliendo Su voluntad alcancemos todo lo que Él ha venido a traernos, LA FELICIDAD, EL AMOR. 
Es por esta razón que en la Iglesia hay tiempos litúrgicos especiales para preparar los grandes acontecimientos de nuestra historia que dan sentido a nuestras vidas. El primero de ellos es el ADVIENTO, las cuatro semanas anteriores al nacimiento de nuestro Dios en los que debemos preparar esa venida, debemos preparar nuestros corazones para acogerle y poder dar a Ese Niño lo que necesita, pues Él confía en TI, en nosotros... y lo único que quiere es NUESTRO AMOR.

¿Cómo preparar esta deseada venida de Cristo a nuestros corazones?

Quien mejor que María que estuvo tanto tiempo preparando esta llegada de Su Hijo para explicárnoslo y guiarnos, para que siguiendo Su ejemplo cuando llamen a nuestra puerta buscando posada no seamos uno más de los que no tuvo espacio para Ellos, sino al contrario, seamos como el portal de Belén, que aunque no es un sitio perfecto fue el lugar en el que vino al mundo nuestro Señor. Así igual nosotros, dejemos hueco en nuestros corazones para que cuando vengan llamando a nuestra puerta buscando posada, encuentren ese pequeño pesebre, en el que a pesar de nuestras miserias, debilidades y  defectos haya hueco para el Niño, y si Les dejamos entrar, Cristo nacerá en nosotros y Él se encargará de ir arreglando el lugar y mejorando nuestro corazón con su divino e inmenso AMOR Y MISERICORDIA.

Para que esto suceda, aprendamos de NUESTRA MADRE, que fue la que mejor preparo y acogió al Niño. A continuación pongo alguno de los mensajes que nos ha dado en el tiempo de Adviento y Navidad a lo largo de los 30 años que nuestra Madre nos lleva bendiciendo y enseñando con Su presencia en Medjugorje:

La Virgen apareció muy triste durante toda la aparición. Durante todo el tiempo llevaba lágrimas en sus ojos. Nos dio el siguiente mensaje:


"Queridos hijos: mientras observo sus corazones mi Corazón se llena de dolor y estremecimiento. Hijos míos, deténganse por un momento y observen sus  corazonesMi Hijo, su Dios, ¿ocupa verdaderamente el primer lugar? ¿Verdaderamente sus leyes son la medida de su vida? Les advierto una vez más: Sin fe no hay acercamiento a Dios, no hay palabra de Dios que es la luz de la salvación y la luz del sentido correcto.”
Mirjana comentó después de la aparición: “Con dolor he pedido a la Virgen que no retire sus manos de nosotros. Ante mi petición, dio una pequeña sonrisa dolorosa y se marchó. 

"¡Queridos hijos! Dios los ha elegido para realizar sus grandes proyectos en este santo tiempo de alegre espera. Hijos míos, sean humildes. Por medio de vuestra humildad Dios, con su sabiduría, hará de sus almas una morada elegida. La iluminarán con las buenas obras y así, con corazón abierto, esperarán el nacimiento de mi Hijo en todo su amor generoso. Les doy gracias, hijos queridos."

"Queridos hijos, en este tiempo de preparación y de gozosa espera, Yo como Madre deseo mostrarles lo que es más importante: su alma. ¿Puede nacer en ella Mi Hijo? ¿El amor, la ha purificado de la mentira, de la soberbia, del odio y de la maldad? ¿Ama su alma, sobre todas las cosas, a Dios como Padre y al prójimo en Cristo? Yo les muestro el camino que elevará el alma de ustedes a la unión plena con Mi Hijo. Deseo que Mi Hijo nazca en ustedes. ¡Qué alegría para mí, la Madre! ¡Les agradezco! 



¡GRACIAS DIOS POR LA PRESENCIA DE TU MADRE EN MEDJUGORJE!
¡GRACIAS MADRE POR TU EJEMPLO Y TUS PALABRAS QUE NOS GUÍAN Y AYUDAN A AMAR MEJOR A DIOS!

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