viernes, 21 de noviembre de 2014

El Padre Slavko, un gran apóstol de la Gospa

slavkoExcepto por el Santo Padre, la Gospa nunca había nombrado a nadie en sus mensajes oficiales, ¡pero lo hizo por su hijo Slavko en el mensaje del 25 de noviembre de 2000! El Padre Slavko fue un gran apóstol de la Gospa, entendió y vivió los mensajes de Nuestra Madre a la perfección.
 
El próximo 24 de noviembre se cumple el 14º Aniversario de su muerte. A continuación, Sor Emmanuel, narra los hechos que sucedieron el día de la muerte del Padre Slavko:

Es con lágrimas en los ojos, pero también con alegría que hoy les escribo, todavía en la semana del regreso de nuestro querido Padre Slavko a la casa del Padre. ¡Las circunstancias de su muerte son sorprendentes y muy hermosas! Estamos admirados de la manera en que Dios llamó a su siervo fiel, a quien lo encontró velando y orando a la hora del regreso de su Amo. El nombre Slavko proviene de la palabra croata “slava” que significa gloria, y fue en la estela gloriosa de la Resurrección, justo abajo de la cima del Krizevac, que el Resucitado vino para llevarse a su siervo y envolverlo en Su abrazo eterno.


El 24 de Noviembre, el Padre Slavko guiaba el Vía Crucis para la parroquia, como lo hacía cada viernes. Ese día, excepcionalmente, no concluyó las oraciones al pie de la gran Cruz del Krizevac, sino en la estela de la Resurrección, unos cuantos metros después de la 14a. y última estación, “Jesús es Depositado en el Sepulcro”. Algunos puntos sorprendentes que quiero hacer notar: 
1) El Padre Slavko acababa de concluir el Vía Crucis y la Iglesia ofrece una indulgencia plenaria a quienes hacen fervientemente el Camino de la Cruz. 
2) ¡Este es el Año del Gran Jubileo y él murió un viernes a la hora de la Divina Misericordia! 
3) Esto ocurrió el día 24 del mes, día de la primera aparición en Medjugorje.

Las últimas palabras del Padre Slavko en la tierra a quienes habían subido con él fueron: “Que la Gospa ruegue por nosotros a la hora de nuestra muerte”. Su último gesto fue bendecir al grupo. Cuando comenzó su descenso, tuvo que sentarse. (No se resbaló como erróneamente escribí ese día. Perdón por eso). Después, sin decir una sola palabra, suavemente se recostó de lado y mientras amigos cercanos lo atendían, dejó de respirar, en gran paz, sin trauma ni sufrimiento. Las nubes que habían traído algo de lluvia en el camino se dividieron y permitieron que el sol brillara momentáneamente justo en ese punto de la montaña. El grupo vio entonces un arco iris que aparecía sobre el valle, cuyo arco pareció elevarse desde Santiago Apóstol en Medjugorje. Un médico del grupo certificó su muerte. Acompañado con oraciones fervientes y llenas de pesar, el cuerpo del Padre Slavko fue bajado de la colina por sus amigos.

El Padre Svetozar, a quien habían mandado llamar, mientras subía corriendo la colina pensó a la distancia y se dijo: “¡Se ve como un rey! ¡Cuánta majestad!” El también compartió conmigo: “Tuve la convicción interior que el Padre Slavko ya había sido glorificado. ¡Todo fue tan solemne y sobrenatural! ¡Las personas que lo bajaron recibieron una gran gracia!” El Padre Svet rezó las oraciones por los agonizantes y lo ungió con óleo santo.
Más tarde ese mismo día, cuando la Virgen se apareció a Marija, esperábamos que se refiriera a la muerte del Padre Slavko y quizá nos dijera si él estaba con Ella. No lo hizo, pero nos dio una directriz que sonó mucho al Padre Slavko: “Nastavite dalje!” (¡Sigan adelante!).

Slavko con los videntes
Hasta el funeral, el cuerpo del Padre Slavko estuvo expuesto en la Capilla de la Adoración, el ataúd abierto como se acostumbra en la región. Pudimos quedarnos a su lado en oración, recibiendo varios de nosotros grandes gracias. Recuerdo cómo me maravilló su rostro, que se veía jubiloso. A la manera sencilla y hermosa de los croatas, su familia no dejó de cubrirlo de besos, caricias y lágrimas. El Padre Svet, quien vino a guiar el rosario vespertino, entremezclo sus meditaciones con los sollozos. Estuvimos entre el Cielo y la Tierra (y de hecho, a unos cuantos días después, seguimos estando).

Nuestro Obispo, Mons. Peric, vino a celebrar el funeral el Domingo 26, Fiesta de Cristo Rey, ante la presencia de una enorme multitud de miles que estaban parados alrededor de la rotonda. Testimonios aplastantes, que reportaremos más tarde, fueron dados durante la Misa. Una interminable procesión se abrió camino por las calles de Medjugorje para escoltar el ataúd de su sacerdote y apóstol y brindarle homenaje. Por permiso especial, el Padre Slavko fue sepultado en el panteón Kovacica, detrás de la iglesia.

A nombre de todos los videntes, Jakov le agradeció que hubiera estado con ellos durante todos estos años, en los mejores momentos y también en los peores (el Padre Slavko llegó a Medjugorje en 1982). Ahora descansa junto al P. Krizan Galic (un pastor de Medjugorje asesinado por los comunistas). Ese día fue realmente un día de duelo para toda la aldea, todas las cafeterías, restaurantes y tiendas fueron cerrados.

La víspera del funeral fue el día del mensaje, el 25. Nunca olvidaré el momento, cuando en el pequeño equipo de traductores, leímos el mensaje recibido por Marija antes de que fuera difundido alrededor del mundo. Marija, cuyos lágrimas estaban enrojecidos por las lágrimas, sonreía cuando repitió: “Slavko u nebo! Slavko u nebo!” (¡Slavko está en el Cielo!). Excepto por el Santo Padre, la Gospa nunca había nombrado a nadie en sus mensajes oficiales, ¡pero lo hizo por su hijo Slavko! El Padre Slavko incansablemente proclamó los mensajes de la Gospa al mundo; en correspondencia, Ella, la Madre de Dios, lo proclamó delante del mundo en un mensaje. ¿Acaso no dijo Jesús: “Yo les aseguro que todo aquel que me reconozca abiertamente ante los hombres, lo reconocerá el Hijo del hombre ante los ángeles de Dios”(Lucas 12,8)? ¿Qué finado ha disfrutado un anuncio de María misma, de que ha nacido -al- Cielo, transmitido a millones de amigos en tan solo unas cuantas horas?

Mensaje del 25 de noviembre de 2000
“Queridos hijos, hoy, cuando el Cielo está de manera especial cerca de ustedes, los invito a la oración, para que a través de la oración pongan a Dios en el primer lugar. Hijitos, hoy estoy cerca de ustedes y bendigo a cada uno con mi bendición maternal, para que tengan fuerza y amor para todas las personas que encuentren en su vida terrena y para que puedan dar el amor de Dios. Me regocijo con ustedes y deseo decirles que su hermano Slavko ha nacido al Cielo y que intercede por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado”

Anécdota del Padre Slavko
oracion
Permítanme compartir con ustedes una anécdota del Padre Slavko, la cual describe muy bien su personalidad, su determinación y su humor. Era en 1987. Mi amiga Kate subía las escaleras a la Rectoría con él, cuando se detuvo un momento a escuchar a un grupo de señoras ancianas de EEUU que platicaban al pie de dichas escaleras. El las miró divertido y le preguntó a Kate si había oído lo que esas señoras hablaban: “No Padre, no les presté atención”, le dijo ella.

- “¡Bueno, cada una explicaba a las demás cómo se las arreglaba para ahorrar energía! Una hace su lavandería de cierto modo para ahorrarse equis cantidad de energía, la otra cocina de tal modo, otra hace sus compras de otro, etc. Cada una competía por tener la mejor fórmula para realizar sus labores gastando la menor cantidad posible de energía, a fin de tener más tiempo libre y más energía ahorrada.”
Después, bromeando, él añadió con una mirada pícara: “¿Me pregunto realmente qué van a hacer con toda esa energía extra cuando yazcan en su ataúd? ¡Sabes, cuando yo muera, espero que nadie pueda exprimir ni siquiera una gota de energía de mí!” (y sus manos hacían como que exprimían algo). Subió corriendo las escaleras y luego se volteó y dijo: “¿Y tú?”
¡Esta es una pregunta para todos nosotros hoy! El Padre Slavko dejó este mundo después de haber hecho su máximo, entregó todo de sí mismo. Tal es el ejemplo que nos deja.

¡Querida Gospa, ahora que Slavko está contigo, por favor, haz que trabaje por Medjugorje aún más que antes

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