Compartimos con ustedes la nota realizada por el diario El Pais a
la escritora española María Vallejo-Nágera, quien se convirtió al
catolicismo en un viaje que realizó en 1999 a Medjugorje, Bosnia. El
miércoles 14 de noviembre contó su experiencia en una conferencia que
tuvo lugar en el Club Defensor frente a unas 1.500 personas entre
hombres, mujeres y muchos jóvenes.
La
visita de María Vallejo-Nágera esta semana a Uruguay despertó la
curiosidad de un gran número de personas que concurrieron a escuchar su
testimonio, la mayoría de ellos buscando tomar un baño de
espiritualidad.
La escritora española, convertida al catolicismo en un viaje que
realizó en 1999 a Medjugorje, Bosnia, contó su experiencia el miércoles
en una conferencia que tuvo lugar en el Club Defensor frente a unas
1.500 personas entre hombres, mujeres y muchos jóvenes.
“Estoy aquí porque soy un producto de la misericordia de Dios”,
anunció al comenzar a relatar su conmovedora experiencia de conversión
que sintetiza en tres puntos fundamentales:
-La vivencia de “un Amor tan grande, tan grande, que se siente en el
alma como gozo lleno de paz.
-Un Amor en forma de rocío de agua al punto
de que todo en el mundo pierde importancia.
- Y el deseo de morir para
seguir a ese amor, el Amor de Jesús”, describe María.
“La experiencia de vivir un juicio en pequeño: desfilan ante nuestros
ojos todos nuestros pecados, TODOS. Este hecho es como mirarnos ante un
espejo y ver tal y como Dios nos ve, el interior del alma”, revela.
“La verdadera conversión total, el arrepentimiento y la renuncia al pecado para volcarse a Jesús, a Dios”, agrega.
María nació en España en una familia católica. Estudió en colegios
católicos, pero pronto se alejó de la fe. Más tarde se casó y se fue a
vivir a Londres donde tuvo dos hijos. Su marido trabajaba en un Banco y
tenían una buena posición económica por lo que ella cuidaba de sus
hijos. Según ella misma admite, en Londres llevaba una vida “frívola,
fácil”.
Un día, dos de sus mejores amigas le dijeron que estaban planificando
un viaje a un pequeño y perdido pueblo llamado Medjugorje en las
montañas de Bosnia-Herzegovina. “¿Estáis locas?`, les pregunté con
espanto mientras disfrutábamos un almuerzo en un restaurante de moda en
Londres. `¡Ese país está en guerra!`, les dije. `Sí, lo sé` contestó una
de ellas. Pero precisamente donde vamos no ha pasado nada, de momento`.
`¿Como es posible?`, pregunté incrédula”, cuenta María.
Entonces, sus amigas comenzaron a relatar con entusiasmo todo lo que conocían sobre los acontecimientos de Medjugorje: sobre los videntes que insistían en que veían a la Virgen y sobre los muchos milagros que allí ocurrían.
Entonces, sus amigas comenzaron a relatar con entusiasmo todo lo que conocían sobre los acontecimientos de Medjugorje: sobre los videntes que insistían en que veían a la Virgen y sobre los muchos milagros que allí ocurrían.
“Al ser mi fe tan tibia e inconstante, no podía más que reprender a
mis amigas en aquel almuerzo londinense en el año 1998″, cuenta. “Vais a
encontrar una muerte violenta en ese lugar`, les dije llena de
desesperación, y en ese preciso instante advertí que alguien estaba muy
cerca de mí, casi tocando mi espalda, justo a la altura de mis hombros. Y
ese ser, o esa presencia, me habló al corazón. `¿Porqué tienes tanto
miedo de conocerme?`, dijo en un tono suave y tierno. `No tengas miedo.
Ven. Te espero en Medjugorje”.
Unos meses después, María viajó a Medjugorje. “Me sentía impulsada a
emprender aquella locura a raíz del recuerdo de aquella extraña
experiencia vivida en un restaurante londinense”, relata.
Ese viaje cambió su vida para siempre. Las vivencias que tuvo en ese
viaje a Medjugorje fueron tan fuertes y profundas que María no fue capaz
de hablar de ellas con un sacerdote hasta meses después.
Entre otras muchas experiencias, María relata: “El día era claro y
caluroso. De pronto, sin saber cómo ni por qué, sentí una intensa
necesidad de dirigir mis ojos hacia ese luminoso cielo primaveral. No
capté nada fuera de lo normal, o de carácter sobrenatural, como muchos
peregrinos admiten haber visto en Medjugorje. Pero sí sentí una
extraordinaria experiencia de amor. En mi corazón lo que me ocurrió duró
10 minutos, pero en la realidad, cuando comprobé el tiempo transcurrido
real por mi reloj, solo tres segundos se habían sucedido. Créanme si
les digo que esos tres segundos cambiaron mi vida para siempre… En tan
poco tiempo, me invadió todo el cuerpo y el alma un inmenso e
indescriptible amor. Parecía a mis ojos como un rocío que se me posaba
en el pelo, la cabeza, los brazos, en todo el cuerpo… Algo
indescriptiblemente bello se derramó sobre mí”.
En estos días que María Vallejo-Nágera estuvo en Montevideo, además
de la conferencia que dio en el Club Defensor, ella también compartió su
testimonio en la capilla María Reina de la Paz y en la parroquia San
José de la Montaña, donde concurrieron un gran número de jóvenes.
Malena Secco, quien invitó a María a visitar Uruguay, sostiene que la
gran concurrencia responde a “la avidez de espiritualidad y de valores
que existe en este momento entre los uruguayos”, y lo resume así: “En
dos días que María estuvo en Uruguay, su página Web recibió mil
ingresos, mientras que la red social de oración `May feelings` tuvo dos
mil entradas”.
María Vallejo-Nágera
Es una reconocida escritora española que esta semana estuvo en
Montevideo donde brindó una conferencia sobre su experiencia en un viaje
que realizó a Medjugorje, un pequeño pueblo en Bosnia-Herzegovina, que
cambió su vida para siempre. Se dice que en Medjugorje varias veces
apareció la Virgen y ocurrieron milagros; se sugiere incluso que, por
milagro, el único pueblo que no fue bombardeado durante la guerra de los
Balcanes fue Medjugorje, cuando todo a su alrededor quedó en ruinas.
María Vallejo-Nágera cuenta que en ese lugar ella encontró el “verdadero
Amor”. “La verdadera conversión total, el arrepentimiento y la renuncia
al pecado para volcarme a Jesús, a Dios”.
LA RED SOCIAL DE ORACIÓN
El miércoles, previo a la conferencia que brindó María
Vallejo-Nágera, tres jóvenes españoles que la acompañaron en su visita a
Uruguay, presentaron la red social “May feelings”, y explicaron su
funcionamiento.
También explicaron que esta red social surge en respuesta al pedido
que el papa Benedicto XVI realizó a los jóvenes para que a través de las
nuevas tecnologías transmitan el mensaje de Dios.
Uno de esos jóvenes se preguntaba cómo es posible que en un mundo
lleno de redes sociales haya gente tan sola. Sostienen que May feeling
“reza para cambiar el mundo, y es una herramienta para acercar a las
personas a Dios a través de la oración”.
Fuente: www.elpais.com.uy
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