“Queridos
hijos, como Madre les pido que perseveren como mis apóstoles. Oro a mi
Hijo para que les conceda sabiduría y fuerza divinas. Oro para que,
según la verdad de Dios, enjuicien todo lo que los rodea, y se opongan
firmemente a todo aquello que desea alejarlos de mi Hijo. Oro para que
por mi Hijo testimonien el amor del Padre Celestial. Hijos míos, se les
ha concedido la gran gracia de ser testimonios del amor de Dios. No
tomen a la ligera esa responsabilidad confiada a ustedes. No aflijan mi
Corazón materno. Como Madre deseo confiar en mis hijos, en mis
apóstoles. Por medio del ayuno y de la oración, ábranme el camino para
que pida a mi Hijo que esté cerca de ustedes, y para que, por medio de
ustedes, sea santificado Su Nombre. Oren por los pastores, porque nada
de todo esto sería posible sin ellos. ¡Les agradezco!”
A continuación la reflexión de Sor Emanuel:
“Queridos hijos, como Madre les imploro que perseveren como mis apóstoles...”
2 – ¡No hay desocupados en el Purgatorio! Recordamos a nuestros difuntos y oramos por ellos de manera especial durante el mes de Noviembre. ¡Y algunas veces ellos a su vez tienen sorpresas reservadas para nosotros!
3 – Las propiedades vistas desde lo alto. En ocasión de mi reportaje a María Simma (una simple campesina austríaca dotada con un carisma muy especial), ella me comentó sobre algunas “visitas” que había tenido de ciertas almas del Purgatorio. (Aclaremos que se trata en este caso de visitas permitidas por Dios. Esto no tiene nada que ver con el hecho de invocar a los espíritus o a las almas de los difuntos, lo que está estrictamente prohibido por Dios en la Biblia: “abominaciones” ante su Rostro. Ver Deut. 18, 9-14)
4 – “La señora de los fósforos” En el siglo pasado una anciana vivía sola en su tierra natal, lejos de toda forma de civilización, en una sencilla casa de piedra que se asemejaba más a un establo que a una habitación. No tenía electricidad, agua corriente, ni ninguna de aquellas comodidades básicas que hoy en día se nos han vuelto indispensables.
Sor Emmanuel
Fuente: www.childrenofmedjugorje.com
Dirección e-mail boletinsoremmanuel@mensajerosdelareinadelapaz.org
A continuación la reflexión de Sor Emanuel:
Queridos hijos de Medjugorje, ¡alabados sean Jesús y María!
1 - El 2 de noviembre de 2012 Mirjana
recibió la aparición mensual de la Virgen en la Cruz Azul en medio de
una gran multitud. Después de la aparición, transmitió el siguiente
mensaje:
“Queridos hijos, como Madre les imploro que perseveren como mis apóstoles...”
2 – ¡No hay desocupados en el Purgatorio! Recordamos a nuestros difuntos y oramos por ellos de manera especial durante el mes de Noviembre. ¡Y algunas veces ellos a su vez tienen sorpresas reservadas para nosotros!
En Irlanda, uno de los responsables de un refugio para mujeres
embarazadas hizo un maravilloso descubrimiento. Cuando acogía a mujeres
que querían abortar, comprobó que a pesar de haber vivido momentos de
profundo intercambio con estas futuras madres y de haberlas
interiorizado sobre las graves consecuencias físicas, psicológicas y
espirituales del aborto, sus esfuerzos por disuadirlas resultaban
ineficaces. Un día, luego de haber pasado largas horas con una mujer que
se mantenía en su elección de abortar, decidió recurrir a las almas del
Purgatorio en búsqueda de ayuda. Acto seguido le pidió a un sacerdote
que celebrara una misa por la liberación de almas del Purgatorio. Le
precisó: “por aquellas que ya están muy cerca del Cielo y que les falta
muy poquito para ser liberadas”.
Algunas horas más tarde, volvió a contactar a aquella mujer para
saber si ya había programado el aborto a través de algún centro
hospitalario. Quedó muy sorprendido cuando la mujer le dijo que había
cambiado de opinión y que conservaría la criatura. Animado por este
feliz acontecimiento, esta persona renovó sus iniciativas a favor de las
almas del purgatorio cada vez que se le presentaba el caso desesperado
de una mujer que no quería renunciar al aborto. De esta forma, para su
gran alegría, consiguió salvar muchas vidas inocentes.
Las almas de nuestros difuntos tienen gran necesidad de nosotros y
son igualmente muy conscientes de nuestras propias necesidades. Como
ellas lo ven todo a la luz de Dios y no están más contaminadas por las
mentiras del mundo, sólo desean nuestro bien y desean evitarnos el mal.
¡Cómo dejarían de tomarse a pecho y no se apresurarían por proteger a
una madre a punto de tomar una mala e irreversible decisión! Estas
almas sacan enormes provechos del poder de la misa y es por ello que,
por gratitud hacia sus benefactores que hicieron celebrar misas por
ellas, están más que felices de responder a las oraciones en favor de la
vida. Rodean de ternura la vida de aquel pequeño ser, hecho a imagen y
semejanza de Dios.
He conocido a muchos hombres devastados porque las madres de sus
hijos por nacer se preparaban para abortarlos. ¡Este testimonio puede
serles de gran utilidad!
3 – Las propiedades vistas desde lo alto. En ocasión de mi reportaje a María Simma (una simple campesina austríaca dotada con un carisma muy especial), ella me comentó sobre algunas “visitas” que había tenido de ciertas almas del Purgatorio. (Aclaremos que se trata en este caso de visitas permitidas por Dios. Esto no tiene nada que ver con el hecho de invocar a los espíritus o a las almas de los difuntos, lo que está estrictamente prohibido por Dios en la Biblia: “abominaciones” ante su Rostro. Ver Deut. 18, 9-14)
Cierto día, un alma del Purgatorio le pidió a María S. que fuera a su
pueblo de origen para contactar al hermano del difunto. En efecto, éste
había adquirido una propiedad de manera deshonesta y era necesario que
su hermano la devolviera a su verdadero dueño. Si accedía el difunto
sería liberado del Purgatorio y podría finalmente ir al Cielo. El
hermano ignoraba todo sobre este asunto y al principio se negó a dar
crédito a semejante historia. Pero el alma le había dado a María
referencias y detalles muy precisos. El hermano luego de verificar todo
con el escribano involucrado, se rindió ante la evidencia de que el
difunto había actuado en forma deshonesta. Por lo tanto devolvió la
propiedad. El difunto volvió a visitar a Maria para agradecerle porque
su liberación había sido inmediata y ya gozaba en el Cielo.
A raíz de
este acontecimiento que se divulgó ampliamente María S. fue muy
conocida. Después de esto otras almas también vinieron para pedirle que
realizara gestiones similares, no sólo con propiedades, sino con sumas
de dinero u otros objetos robados. (Ver PS 2)
¡Las almas del Purgatorio son nuestras amigas indefectibles! En Medjugorje, la Santísima Virgen ha dicho: “Queridos
hijos, les pido que oren a diario por las almas del Purgatorio. Cada
alma tiene necesidad de oración y de gracia para alcanzar a Dios y su
amor. De esta forma, también ustedes, queridos hijos, obtienen
intercesores que los ayudarán en la vida. Comprendan que todas las cosas
terrenales no son importantes para ustedes. Tan sólo deben aspirar al
Cielo” (6-11-86).
4 – “La señora de los fósforos” En el siglo pasado una anciana vivía sola en su tierra natal, lejos de toda forma de civilización, en una sencilla casa de piedra que se asemejaba más a un establo que a una habitación. No tenía electricidad, agua corriente, ni ninguna de aquellas comodidades básicas que hoy en día se nos han vuelto indispensables.
Su hijo vivía en el exterior y venía a visitar a su madre de tanto en
tanto. Conmovido por el estado de precariedad en que vivía, decidió
hacerle instalar el cableado eléctrico. En efecto, se le oprimía el
corazón cuando veía que su madre cada noche alumbraba su pequeña lámpara
de aceite en cuanto declinaba el sol y permanecía en una media
penumbra. Temía que pudiera lastimarse y comprobaba también que con los
años la vista de su madre disminuía a gran velocidad.
El electricista vino por lo tanto a realizar la instalación y el hijo
partió, satisfecho, a su país lejano. Se sentía feliz por haber podido
cumplir con su deber filial y estaba tranquilo sabiendo que ahora su
madre estaba en la luz.
Regresó algunos meses más tarde y le preguntó a su madre:
-Mamá, ¿estás contenta de tener luz? ¡Esto debe haberte cambiado la vida!
- ¡Oh sí, hijo! Ahora a la noche veo suficientemente bien como para encontrar los fósforos para encender mi lámpara de aceite.
-Mamá, ¿estás contenta de tener luz? ¡Esto debe haberte cambiado la vida!
- ¡Oh sí, hijo! Ahora a la noche veo suficientemente bien como para encontrar los fósforos para encender mi lámpara de aceite.
¿Se sonríen? Sin embargo, nosotros nos comportamos con Dios como esta
ancianita. ¡Vivimos muy por debajo de nuestras posibilidades! ¡Cuántas
veces Jesús ha venido a visitarnos para arrancarnos de nuestras
penumbras y traernos luces saludables! Pero sin siquiera darnos cuenta,
permanecemos atados a nuestros hábitos y automatismos, aferrados a
nuestras dependencias. ¡Somos los hijos del Rey y vivimos en la miseria!
En nuestra calidad de hijos del Padre Celestial, todo lo suyo es
nuestro, pero no utilizamos ni la décima parte de los medios que Él pone
a nuestra disposición para avanzar hacia la luz en el camino que
conduce al Cielo. Imagínese a un hombre que viviendo en un magnífico
castillo, permaneciera siempre en un cuartito mal ventilado, que no
hiciera más que lamentarse de su poca fortuna, ¡ignorando los inmensos
espacios que lo circundan!
Hoy el Señor golpeará a tu puerta. ¿Acaso te hace falta luz?
Querida Gospa, Madre compasiva y misericordiosa,
mira nuestra ceguera. Concédenos convivir con lo invisible por medio de
la fe y de tu Corazón. ¿Por qué prescindiríamos de aquellos maravillosos
amigos que Dios nos ofrece?
Fuente: www.childrenofmedjugorje.com
Dirección e-mail boletinsoremmanuel@mensajerosdelareinadelapaz.org
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