CRISTO está realmente presente en el trozo de pan, en la EUCARISTIA y vivir esta realidad es lo que hace que MEDJUGORJE sea un manantial de gracias y bendiciones, ¡un río de PAZ que te desborda! Por eso cuando estamos en Medjugorje estamos en la presencia del Señor y no queremos irnos de allí, queremos permanecer ahí junto a ÉL porque en ningún otro sitio nuestro corazón encuentra esa paz y felicidad, en ningún otro lado se llena de tanta dicha...!!! Cuando uno va a Medjugorje no desea irse, nos pasa como les pasó a Santiago, Pedro y Juan cuando acompañaron al Señor al monte Tabor, también nosotros le decimos: "Señor, qué bien se está aquí, hagamos tres tiendas". Y desearíamos poder quedarnos allí junto a Él.
¡¡Qué pena que en el resto del mundo no se viva esta realidad como se hace allí, porque esa es la clave, en Medjugorje CRISTO ocupa el primer lugar en la vida de todos y no el último como pasa en muchos otros sitios!! Intentemos llevar nosotros Medjugorje a nuestra propia vida, a nuestras familias, vivamos ese encuentro con Cristo y esa confianza plena en Él, que Él ocupe el primer lugar en nuestro corazón y en nuestro día a día.
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