lunes, 4 de marzo de 2013

Mensaje extraordinario dado por la Virgen a Iván el día 4 de marzo de 2013 en Buenos Aires, Argentina

Iván en Argentina
«La Virgen vino alegre, contenta. Ella nos ha saludado con su saludo maternal “Sea alabado Jesús, queridos hijos míos”. Después de eso ella ha orado por cada uno de los Sacerdotes aquí presentes, oró ante ellos un largo tiempo en su lengua aramea, después extendió sus manos sobre cada uno de los presentes y oró por cada  uno de ellos. Ella oró especialmente por los enfermos allí presentes, oró por los Obispos, por los Sacerdotes y por los Cardenales. Después de eso nos bendijo con su bendición maternal y ha bendecido todo lo que ustedes han traído para la bendición. Luego la Virgen dijo:

 “Queridos Hijos, hoy los invito a que se abran a la oración. Hijitos, ustedes viven un momento en el que Dios les está dando gracias y no lo están sabiendo aprovechar. Ustedes se preocupan de todo excepto de su alma y de su vida espiritual. Despierten de este mundo cansado, de este sueño cansado de vuestras almas y digan sí a Dios con todas sus fuerzas. Decídanse por la santidad y la conversión. Queridos hijos, Yo estoy con ustedes y los invito a la perfección y a la santidad de sus almas y de todo lo que hagan. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
Luego yo encomendé a todos los presentes, todas sus necesidades, sus intenciones, sus familias y todas las intenciones que han traído; de manera especial he encomendado a los sacerdotes presentes y los enfermos que han venido. Luego la Virgen continuó orando un tiempo sobre todos nosotros, y en particular por los Cardenales que estaban en el Vaticano rezando. Después se marchó en oración, se marchó en el signo luminoso de la luz y de la cruz con su saludo: “Vayan en paz, queridos hijos míos.”»

No hay comentarios:

Publicar un comentario