domingo, 23 de septiembre de 2012

Reemplazar el materialismo por Dios.



Más de 4.000 personas escucharon a Marija Pavlovic-Lunetti advertir en contra del consumismo, materialismo y ateísmo, cuando la vidente visitó Cassola en el norte de Italia el 22 de setiembre. Mientras los sacerdotes escuchaban confesiones, la policía y la defensa civil se encargaron de la guardia de Marija.

“El materialismo y el consumismo son frutos del ateísmo, y deben ser reemplazados poniendo a Dios primero, viviendo una fe Cristiana activa y diariamente”, dijo la vidente Marija Pavlovic-Lunetti a más de 4.000 asistentes en un encuentro de oración en Cassola, Italia, el sábado.
“La Virgen nos pide que escapemos del materialismo, consumismo y ateísmo que el hombre moderno trae consigo”, dijo Marija a la gente en el estadio de fútbol local, de acuerdo al portal de noticias local. El encuentro de oración atrajo a gente procedente de toda la región de Veneto y más allá. Antes de la aparición de Marija, la gente estuvo dando testimonio acerca de sus experiencias en Medjugorje, y se recitó una parte del rosario.

Durante la Adoración Eucarística que precedió a la aparición, Marija estuvo rodeada de sacerdotes. Antes de la Misa, también los sacerdotes estuvieron escuchando confesiones a ambos lados del estadio. Voluntarios de la policía y de defensa civil se pusieron a cargo de la guardia de la vidente en otras situaciones.

La Virgen María no dió ningún mensaje en particular, informó Marija cuando la aparición terminó. “Hoy, la Virgen se mantuvo en silencio. Pero la Madre de Jesús estaba en medio nuestro y también hoy, los miró y los bendijo”, dijo la vidente.

Marija repitió que las palabras no son capaces de describir la belleza de la Virgen María: «La Virgen tiene la postura de una princesa, una reina. La figura que vemos hoy de Nuestra Señora de Fátima se le parece, pero no se aproxima a lo que es su belleza. Ella dice: “Soy bella porque amo”, y cada día ella nos invita a la conversión y la paz, y nos pide que pongamos a Dios primero en nuestras vidas».
 

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